messiaen2No me gustan las películas históricas en las que aparecen personas «malas» y «buenas». Malos y buenos puede haber en pelis fantásticas o que no están basadas en hechos reales. Yo me refiero a los individuos que han vivido circunstancias reales, algunas extremadamente difíciles, y que después se dramatizan a gusto del director. Por ejemplo, cuando ves una película sobre el nazismo y te plantan en pantalla a un pedazo de «sieso», se está haciendo un flaco favor a la posibilidad de hacer una crítica seria y realmente dura y fundada a lo escalofriante de aquellos hechos. Me explico: siesos los ha habido siempre, y ahora también. Si un sieso hoy en dia intenta joderte, te defiendes llamando a la policía, contratando a un abogado, etc. Cuando el Tercer Reich hacía de las suyas, al pobre judío que cogiera por banda un soldado alemán sieso no lo defendía nadie. La diferencia no está en el sieso sino en el entorno en el que se mueve. (Además, la suerte del judío no sería mejor de encontrarse a un alemán «buena gente»). No se trata de justificar a nadie, sino de perder la oportunidad a través del cine de hacer una crítica a la situación y no al individuo. Para mí, es la diferencia entre una película infantil y una adulta. Porque nos guste o no, el alemán que le pega un tiro en la cabeza a una persona indefensa y que no ha cometido delito alguno, simplemente profesar una religión, es también una persona como cualquiera de nosotros. No necesita ser un demente. La cuestión es cómo podríamos llegar nosotros a pegarle un tiro en la cabeza a alguien.

messiaenplakatEsta ida de olla viene a cuento al pensar en el estreno del «Cuarteto para el Fin de los Tiempos«, de Olivier Messiaen. Lo compuso y estrenó en el campo de concentración nazi en el que estuvo prisionero durante la Segunda Guerra Mundial, para ser interpretada por compañeros prisioneros, con los intrumentos que tenían allí (piano, violonchelo, clarinete y violín) y para un auditorio compuesto por prisioneros y vigilantes.

Vigilantes…

Messiaen es un compositor del siglo XX, pero sólo entre comillas puedo decir que «es difícil de oir», pues su música está llena de una espiritualidad que no cuesta trabajo apreciar. Católico convencido, para mí representa una messianmanera de entender la religión mucho más coherente que alguno de los de «golpe en pecho» que atesoran la verdad y se sienten en la necesidad de enseñarle a los demás qué está bien y qué está mal. Me imagino que tiene la ventaja de que la música es un arma mucho más sutil (y por tanto más útil) para expresar espiritualidad que la palabra. Podriamos hablar de alguna manera de «incompletitud» tanto de la música como de la palabra como lenguajes. (Menudo rollo me estoy marcando).

Como ornitólogo viajó transcribiendo el canto de los pájaros de todas partes del mundo, utilizando dichas transcripciones en muchas de sus obras y haciéndose notable la influencia rítmica y olivier_messiaenmelódica en su desarrollo. Además podemos resaltar la influencia en su música de elementos griegos e indios para comprender y facilitar su audición.

Su labor pedagógica afectó entre otros a Pierre Boulez, Karlheinz Stockhausen e Iannis Xenakis. Ahí es nada.

Pues lo que decía, un concierto en pleno barracón de un campo de concentración para prisioneros y vigilantes. Me imagino que la música es tanto para los «buenos» como para los «malos».

Anuncio publicitario