charlie-violin1bEl codo izquierdo hacia la derecha, la mano hacia el lado contrario permitiendo que los dedos caigan sobre las cuerdas suavemente pero con seguridad; el cuello ligeramente ladeado para poder sujetar, sin apretar y sin subir el hombro, el cuerpo del violín, de manera que la mano tiene libertad para cambiar de posición sin sostener demasiado el peso del mismo y así poder vibrar relajadamente, pero sin llegar a soltar, ya que el violín caería; el pulgar de la mano derecha sirve de eje y el índice y el meñique de contrapeso que inclinan el arco arriba y abajo, como una barrera de tren, desplazándolo a la vez aprovechando el peso del brazo y del propio arco, que depende según esté más a la punta o al talón, y así ejercer más o menos presión sobre las cuerdas, pero sin mover el brazo entero desde el hombro, sino distribuyendo el cambio de ángulo desde la muñeca y el codo, y sin variar la posición de caida del arco sobre las cuerdas en cada tramo del mismo, evitando siempre, por supuesto, movimientos bruscos que harían el sonido…

Podría seguir casi ETERNAMENTE.

El violín probablemente sea de los instrumentos más antinaturales que existan. El gran desafío no es en realidad la mano izquierda, que debe buscar la afinación más aproximada posible (siempre imposible); ni si quiera la rapidez de los dedos y los cambios de posición; ni siquiera el peligroso equilibrio entre esfuerzo físico y relajación, que tantas lesiones puede llegar a provocar. El gran desafío es el arco, que produce el sonido, el motor del instrumento. Cambios de presión, de dirección, rebotes, acercamientos y alejamientos del puente que cambian el timbre, diferencian una buena interpretación de una mediocre. Es un tormento para violinistas aficionados como yo, y un prodigio y un auténtico disfrute cuando ves el milagro materializado en las manos y el arte de grandes como Oistrakh, Milstein, Szeryng, Menuhin, Heifetz… Toda una vida de estudio ininterrumpido. Un pianista decía que CUATRO DIAS sin estudiar podían significar AÑOS de pérdida en la habilidad técnica. El cerebro no es capaz de retener durante mucho TIEMPO la información necesaria para conseguir tal grado de precisión si no se refresca y se practica TODOS LOS DIAS durante BASTANTES HORAS.

einstein-violin2bSIEMPRE pienso que uno de nuestros mayores enemigos es algo que no existe: EL TIEMPO. No existe porque si es infinito, no puede acabar ni haber empezado NUNCA, SIEMPRE podemos retrasasar un SEGUNDO más su COMIENZO, lo cual es un contrasentido, porque para definirlo o desmentirlo necesitamos utilizar términos TEMPORALES. O bien no existe, o bien los que no existimos somos nosotros, ya que NUNCA podríamos haber llegado al MOMENTO PRESENTE. Y yo creo que sí existo, lo que no sé es CUÁNDO, quizá sólo CUANDO duermo y sueño… El caso es que, exista o no exista, sea «relativo» o invariable, el TIEMPO es y será SIEMPRE un pedazo de hijo de puta: entre otras cosas, discrimina a las personas según su inteligencia, pues según lo inteligentes que seamos necesitamos más o menos TIEMPO para realizar alguna actividad o aprender algo. El TIEMPO es la única diferencia. Y somos tan gilipollas que todo lo medimos y valoramos metiendo de por medio al puto TIEMPO de los cojones.

Chorradas aparte, TIEMPO es lo que hace falta para llegar a ese grado de precisión del que hablaba ANTES, con el violín y con cualquier otro instrumento. Menos mal que Chaplin y Einstein dedicaron la mayor parte de su TIEMPO a otras cosas, ¿no?

Y yo mejor me pongo a estudiar un poco y me dejo de pamplinas, que este trimestre en el Conservatorio me van a meter el violín por el culo.

(Aclaración: Chaplin era zurdo).

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